Hacer un bizcocho es bastante fácil, pero sacarlo del molde puede ser complicado si no tienes mucha experiencia en repostería. Después del esfuerzo que supone prepararlo y hornearlo, sería un desastre que se rompiera al desmoldarlo, ¿verdad? Conocer las técnicas adecuadas para desmoldar este pastel esponjoso es esencial para obtener el mejor resultado posible.
Para que puedas preparar las más deliciosas recetas de bizcochos y desmoldarlos con facilidad, te explicaremos paso a paso cómo desmoldar bizcochos y te proporcionaremos consejos útiles para evitar los errores comunes que pueden arruinar tu postre.
Instrumentos esenciales para desmoldar bizcochos
No importa qué tipo de bizcocho estés horneando, ya sea de yogur, chocolate, limón o utilizando una Thermomix, es crucial tener los utensilios adecuados para lograr un desmoldado perfecto. Aquí te recomendamos una lista de herramientas de gran ayuda:
Spray desmoldante o manteca: Para evitar que el bizcocho se pegue, es necesario engrasar el molde. Puedes usar spray desmoldante, mantequilla, margarina, aceite de girasol o aceite de oliva.
Molde para bizcocho: Los moldes desmontables son los más prácticos ya que facilitan el desmoldado. Si no tienes uno, no te preocupes, más adelante detallamos los distintos tipos de moldes que puedes utilizar.
Papel de horno: Colocar papel de horno en la base y las paredes del molde ayuda a que el bizcocho se despegue fácilmente.
Rejilla para enfriar: Dejar el bizcocho sobre una rejilla permite que el aire circule debajo de él, evitando que la base quede húmeda.
Espátulas de desmoldar: Las espátulas de plástico o silicona son excelentes para deslizar entre el bizcocho y el molde sin dañarlo.
Cuchillos de mantequilla: Ideales para despegar los bordes del bizcocho con suavidad.
Platos para servir: Tener un plato listo para servir el bizcocho después de que se enfríe en la rejilla es práctico para presentarlo en la mesa.
Preparación del molde para desmoldar fácilmente
El primer paso para desmoldar un bizcocho sin problemas es preparar adecuadamente el molde. Es fundamental engrasar tanto las paredes como la base del molde. Puedes usar distintos tipos de grasa, tales como spray antiadherente, mantequilla, margarina, aceite de oliva o de girasol. Una capa ligera y uniforme de grasa será suficiente. Un truco es utilizar un pincel de silicona para aplicar la grasa derretida.
Además de engrasar, espolvorea un poco de harina en el molde, gira el molde para esparcirla y luego invierte el molde para eliminar el exceso. Esto creará una capa fina que facilitará el desmoldado. Otra opción es forrar el molde con papel de horno cubriendo bien todas las superficies. Un truco para que el papel se adhiera mejor es engrasar ligeramente el molde antes de colocar el papel.
Procedimiento para desmoldar un bizcocho paso a paso
Desmoldar un bizcocho implica extraerlo del molde en el que se horneó. Este proceso requiere seguir varios pasos para asegurar que el postre salga intacto y perfecto.
Respetar el tiempo de enfriamiento
Después de hornear el bizcocho es imprescindible dejarlo enfriar el tiempo necesario para que se asiente y se solidifique ligeramente antes de desmoldarlo. Recomendamos esperar entre 10 y 15 minutos. Este tiempo permitirá que el bizcocho se contraiga un poco, lo que hará más fácil sacarlo del molde sin que se rompa.
Una vez pasados los 10 o 15 minutos, coloca el bizcocho en una rejilla para continuar el proceso de enfriamiento. Esto asegurará que no se forme humedad en la base, lo cual podría hacer que se quede pegado al molde.
Despegar los bordes
Después de que el bizcocho se haya enfriado un poco, utiliza una espátula de silicona o un cuchillo delgado para despegar cuidadosamente los bordes del bizcocho del molde. Desliza la herramienta suavemente alrededor del borde para evitar dañar el bizcocho.
Asegúrate de recorrer todo el perímetro del molde para que no queden partes adheridas antes de intentar sacar el bizcocho del molde. Este paso es crucial para mantener la integridad de tu bizcocho.
Desmoldar según el molde
Las técnicas de desmoldado pueden variar dependiendo del tipo de molde utilizado. Aquí te explicamos cómo realizarlo con distintos moldes.
Con un molde desmontable: Suelta el broche que mantiene el molde cerrado y retira con cuidado el aro exterior, dejando el bizcocho sobre la base. Luego, despega la base con una espátula o un cuchillo fino y transfiere el bizcocho a una rejilla para enfriar.
Para moldes no desmontables, existen diversas formas: redondos, cuadrados, rectangulares, bundt, de tubo o corona, moldes de cupcake, etc. Aquí te damos algunos consejos según el material del molde:
Moldes desechables: Generalmente no presentan complicaciones. Solo corta un lateral del molde y libera el bizcocho con cuidado.
Moldes metálicos: Se necesita una espátula o un cuchillo de mantequilla para separar los bordes. Luego, voltea el molde sobre una rejilla y golpea suavemente el fondo si es necesario para soltar el bizcocho.
Moldes de vidrio y cerámica: Asegúrate de despegar bien los bordes antes de voltear el molde. Al igual que en los moldes metálicos, puedes golpear el fondo ligeramente si es necesario.
Moldes de silicona: La flexibilidad del material facilita el desmoldado. Solo tienes que flexionar ligeramente el molde y empujar el bizcocho hacia afuera.
Una vez desmoldado, verifica que el bizcocho tenga un aspecto uniforme. Si encuentras imperfecciones o partes pegadas, usa una espátula o un cuchillo de sierra para arreglarlas. Si alguna parte del bizcocho se rompió, puedes tapar los errores con glaseado, crema de naranja o cualquier cobertura de tu elección para que luzca perfecto.
Errores frecuentes al desmoldar bizcochos y cómo solucionarlos
Incluso siguiendo todas nuestras recomendaciones, es fácil cometer errores que pueden arruinar el desmoldado de tu bizcocho. Aquí te indicamos algunos de los fallos más comunes y cómo evitarlos.
No esperar el tiempo suficiente para enfriar
Si intentas desmoldar el bizcocho cuando aún está caliente, probablemente se desmorone o se rompa. Deja que repose en el molde entre 10 y 15 minutos para que se asiente adecuadamente. Luego, transfiérelo a una rejilla para que la base del bizcocho quede bien ventilada.
Además de esperar el tiempo adecuado, asegúrate de que el bizcocho esté completamente frío antes de aplicar cualquier cobertura o decoración, así evitarás que se derrita o desluzca.
No preparar el molde adecuadamente
Si no engrasas y enharinas el molde antes de verter la masa, es muy probable que el bizcocho se quede pegado. Sigue nuestros consejos de preparación del molde que mencionamos anteriormente en el artículo.
Añadir una capa de papel de horno en la base y paredes del molde es otro truco que facilita el desmoldado y evita que el bizcocho se pegue.
No despegar los bordes antes de desmoldar
Pasar por alto este paso hará que el bizcocho se rompa o desmorone. Asegúrate de usar una espátula o cuchillo de mantequilla para despegar bien los bordes del bizcocho antes de intentar sacarlo del molde.
Este paso es especialmente crucial si has horneado un bizcocho en un molde con diseños o texturas que pueden dificultar el desmoldado.
No usar la técnica correcta según el tipo de molde
No seguir las técnicas específicas para cada tipo de molde resultará en un bizcocho desmoronado. Sigue nuestras recomendaciones según el tipo de molde que estés utilizando.
Por ejemplo, en moldes de silicona, empuja suavemente el bizcocho hacia afuera flexionando ligeramente el molde. En moldes metálicos, asegúrate de separar bien los bordes antes de voltear.
Utilizar herramientas inadecuadas
Usar herramientas metálicas en moldes antiadherentes puede dañar su revestimiento, lo que hará que los próximos bizcochos se peguen. Siempre opta por herramientas de silicona, madera o plástico para no dañar los moldes antiadherentes.
Recuerda que cuidar bien tus utensilios de repostería no solo facilitará el desmoldado de tus bizcochos, sino que también prolongará la vida útil de tus herramientas.
