Salsa picante italiana con ajo y guindilla

Salsa picante italiana con ajo y guindilla

La salsa arrabiata italiana se distingue por su uso generoso de guindilla, lo cual posiblemente explica su nombre: “arrabbiata” significa enfadada en italiano. Es una variante más compleja de la básica salsa de tomate que solo incorpora aceite de oliva y ajo. La cantidad de guindillas se puede ajustar al gusto personal, pero lo seguro es que debe ser una salsa bien picante.

Esta salsa marida perfectamente con todo tipo de pasta, ya sea larga o corta. También puede ser adaptada a recetas españolas, por ejemplo, reemplazando el tomate frito en preparaciones como el arroz a la cubana o en albóndigas.

Para esta receta hemos optado por passata de tomate para obtener una textura uniforme desde el inicio, aunque se puede utilizar tomate triturado o tomate entero en conserva (en esos casos, el tiempo de cocción se alargará). Si decides usar tomate entero en conserva, puedes optar por dejar algunos trozos o pasar la salsa por un pasapurés para una textura más fina.

Información de la receta

Tiempo de preparación: 5 minutos

Tiempo de cocción: 15 minutos

Tiempo total: 20 minutos

Raciones: 4

Categoría: salsa

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Tipo de cocina: italiana

Calorías: 125 kcal por ración

Ingredientes para la salsa arrabiata para 4 personas

Aceite de oliva virgen extra
3 dientes de ajo
3 guindillas (cayena)
700 ml de passata de tomate o 800 g de tomate triturado o tomate pelado entero en conserva
Sal

Pasos para preparar la salsa arrabiata

Pelar los ajos. Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén y añadir las guindillas junto con los dientes de ajo pelados y enteros. Una vez que los ajos estén dorados, se pueden retirar o dejar en la salsa, eliminándolos al final si se prefiere. Lo mismo aplica para las guindillas, dependiendo de cuán picante se desee la salsa.

Añadir el tomate triturado o la passata y cocinar a fuego medio alto hasta que la salsa pierda algo de su líquido y adquiera una textura más espesa. Ajustar la cantidad de sal según sea necesario.

Retirar los ajos y las guindillas. Si has utilizado tomate pelado entero, pasar la salsa por un pasapurés para lograr una textura más homogénea.

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Resumen rápido de la preparación

Dorar el ajo y las guindillas en aceite de oliva durante unos minutos.
Incorporar el tomate y cocer hasta que la salsa espese.
Retirar los dientes de ajo y las guindillas, y ajustar la sal al gusto.

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