Si eres amante de la carne, esta pizza de carne molida es una opción perfecta para ti. Disfruta de una variante muy sencilla que resulta en un sabor exquisito. Al seguir nuestra guía, experimentarás un auténtico festín carnívoro. La receta incluye una salsa de tomate cruda, lo que agrega un toque fresco inolvidable. Para sazonar, utilizamos solo orégano, sal y pimienta, para que el sabor de la carne destaque por encima de todo.
¿Listo para comenzar? ¡Hagamos nuestra masa desde cero! ¡Sigamos adelante con la receta!
Detalles de la receta
Tiempo de preparación: 2 horas y 30 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Tiempo total: 2 horas y 45 minutos
Porciones: 2
Categoría: Plato principal
Tipo de cocina: Italiana
Calorías: 245 kcal por cada 100 g
Dedica un poco de tiempo a preparar esta deliciosa pizza y disfrutarás de un plato casero que sorprenderá a todos. La combinación de ingredientes frescos asegura una experiencia gastronómica deliciosa.
Ingredientes para pizza de carne molida para 2 personas
Para la masa:
- 180 g de harina de trigo de fuerza
- 100 ml de agua
- 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
- ½ cucharadita de sal
- 6 g de levadura fresca (o 2 g de levadura seca)
- Almidón de maíz (o sémola de trigo, para espolvorear)
Para la salsa:
- 400 g de tomate en conserva entero
- Un chorrito de aceite de oliva extra virgen
- Orégano seco al gusto
- Sal
- Pimienta
Para el topping:
- 100 g de queso rallado para pizza
- 30 g de queso parmesano rallado
- 200 g de carne molida de res
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Orégano seco
- Sal
- Pimienta
Estos ingredientes son fáciles de adquirir y juntos forman una pizza que encantará a cualquier aficionado a la comida casera. La combinación de quesos y carne crea una textura y un sabor difícil de olvidar.
Instrucciones para preparar pizza con carne molida
Primero, elabora la masa. En un recipiente, combina la harina, el agua y la levadura. Amasa durante unos 5 minutos. Agrega el aceite y la sal, continúa amasando por 10 minutos adicionales. Forma una bola, coloca en un tazón aceitado y permite que repose entre 1 hora y media y 2 horas, o hasta que duplique su tamaño.
Una buena masa es la base de cualquier pizza exitosa. Tomarte el tiempo para amasarla bien resulta en una textura suave y esponjosa que hará que cada bocado sea una delicia.
Trocea el tomate usando un procesador de alimentos o una trituradora. Realiza esto despacio para evitar que quede demasiado líquido. Luego, colócalo en un colador y deja que escurra entre 10 y 15 minutos. Incorpora un poco de aceite, condimenta con sal, pimienta, y orégano al gusto.
Un buen truco es dejar el tomate colar bien para que la salsa tenga la consistencia perfecta. Esto evitará un exceso de líquido que empape la pizza.
Salpimenta la carne molida. En una sartén, calienta la cucharada de aceite de oliva y cocina la carne hasta dorar. Mientras se cocina, desmenúzala con una espátula para evitar que se compacte.
Procura que la carne quede bien deshecha para asegurar una distribución uniforme en cada porción de pizza. Este detalle hará la diferencia en el sabor final.
Extiende la masa sobre una superficie cubierta con almidón de maíz o sémola. Debe alcanzar un diámetro de 26 a 28 cm. Extiende con cuidado utilizando tus manos, evitando presionar los bordes. Pon la masa sobre papel de hornear.
Ganarás habilidad en el manejo de la masa con práctica. Intenta no sobremanejarla para obtener una mejor textura en el resultado final.
Cubre la base de la masa con una capa de salsa de tomate sin llegar a los bordes. Luego, sumerge el parmesano.
La colocación precisa de los ingredientes intensifica el sabor en cada mordisco, logrando una buena mezcla de texturas y sabores.
Distribuye el queso rallado para pizza uniformemente sobre la base.
El queso crea una capa que funde a la perfección, uniendo todos los elementos en una pizza irresistible.
Finalmente, esparce la carne molida en la parte superior.
Con los ingredientes cubriendo completamente la base, aseguras que cada rebanada sea generosa en sabor.
Precalienta el horno a 250 ºC (o la mayor temperatura si no llega a esa). Una vez caliente, coloca la pizza en la parte baja del horno con el papel y hornea entre 10 y 12 minutos, asegurándote de que los bordes estén dorados pero sin quemar la base.
Una cocción correcta realza el sabor de todos los ingredientes, permitiendo que cada uno suelte sus aromas y texturas adecuadamente.
Al sacarla del horno, espolvorea más orégano si lo deseas y espera unos minutos antes de disfrutar.
Resumen práctico para preparar
Combina la harina, el agua y la levadura; amasa. Incorpora aceite y sal; amasa y reposa hasta doblar volumen.
Tritura el tomate, escurre, añade orégano, aceite, sal y pimienta.
Dora la carne en sartén con aceite.
Extiende la masa sobre almidón de maíz, colócala en papel de hornear.
Unta con tomate, parmesano, queso para pizza y carne.
Hornea 10-12 min a 250 ºC en nivel bajo.
Esta pizza te garantiza una experiencia culinaria única con sabores múltiples y una textura perfecta. ¡Prepárala y sorprende a tus invitados!