La pizza, nacida en Nápoles, ha recorrido el mundo entero conquistando incluso a los paladares más exigentes. Existen diversas variantes de pizza, tanto de base roja como blanca. Ejemplos clásicos incluyen la pizza margarita, la funghi, la cuatro quesos, la cuatro estaciones, la pizza carbonara, y las calzones. Estas suculentas opciones, con una base bien crujiente, consolidan la pizza como un plato imprescindible en cualquier cocina. La pizza diávola se distingue por su toque picante, ideal para los aficionados a sabores intensos. Puede prepararse con pepperoni, salami, chorizo picante o hasta mortadela.
Las preparaciones de pizza permiten una inmensa creatividad, y cada cultura ha aportado su toque especial. A través de ingredientes locales y técnicas propias, la pizza ha evolucionado en un sinfín de versiones interesantes.
Datos de la receta
- Tiempo de preparación: 1 día y 25 minutos
- Tiempo de cocción: 20 minutos
- Tiempo total: 1 día y 45 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías: 249 kcal por cada 100 g
Componentes de la pizza diávola para 4 personas
Para la masa de pizza:
- 500 g de harina de fuerza 400W
- 25 ml de aceite de oliva virgen extra
- 10 g de sal
- 275 ml de agua
- 2 g de levadura seca para pizza
- Semolina (opcional)
Para la pizza diávola:
- 1 bola de masa por ración
- 250 g de salsa de tomate frito casera
- 100 g de queso mozzarella
- 100 g de queso emmental
- 100 g de pepperoni, salami o chorizo picante
- Guindillas
- Albahaca fresca
Elaboración de la pizza diávola
Para que la masa quede perfecta y crujiente, necesita un tiempo de fermentación de entre 24 y 72 horas. Este proceso requiere de una planificación cuidadosa para lograr el mejor resultado posible.
Comienza mezclando la harina, la sal, el aceite de oliva, el agua y la levadura en un recipiente. Amasa hasta que obtengas una masa homogénea en forma de bola. Espolvorea harina sobre la superficie donde trabajarás, y continúa amasando por 3 minutos adicionales. Deja reposar la masa por 10 minutos, luego amasa nuevamente por 3 minutos. Repite este proceso dos veces más. Engrasa ligeramente un bol grande con aceite, coloca la masa dentro, cúbrela con un paño y guárdala en el refrigerador por al menos 24 horas. Entre 2 y 3 horas antes de preparar la pizza, saca la masa del refrigerador y déjala aclimatar.
Es esencial entender cómo el tiempo de fermentación afecta la textura y sabor de la masa. La paciencia y el cuidado en estos pasos marcan una gran diferencia en el resultado final.
Precalienta el horno, tanto arriba como abajo, a 250 ºC, la máxima temperatura posible. Espolvorea harina sobre la superficie de trabajo y divide la masa en cuatro porciones. Extiende cada porción hasta que quede lo más fina posible y con una forma redonda. Coloca la masa en una bandeja de aluminio especial para pizza o sobre papel de horno. Si prefieres, espolvorea con semolina.
La semolina añade una capa crujiente adicional a la base de la pizza, proporcionando una textura única que eleva aún más la experiencia gastronómica.
Untar una capa generosa de salsa de tomate frito casera sobre la base de cada pizza.
La calidad de la salsa de tomate es crucial; una preparación casera siempre aportará un sabor fresco y auténtico.
Cubre la base con una mezcla de quesos rallados, dejando libre el borde. En esta receta, usamos mozzarella y emmental, pero puedes optar por cualquier queso que se derrita bien.
El tipo de queso que uses puede variar según tus preferencias personales. Experimentar con diferentes combinaciones puede llevarte a descubrir nuevas y deliciosas variaciones.
Coloca rodajas de pepperoni, salami o chorizo picante sobre la base de queso. Corta las guindillas en rodajas y distribúyelas por encima según tu preferencia de picante.
Añadir guindillas es opcional, pero proporciona un toque de calor adicional que define a cualquier pizza verdaderamente “diabólica”.
Hornea la pizza diávola a máxima potencia durante 20-25 minutos, hasta que la masa esté dorada y el queso bien fundido. Retírala del horno y decora con hojas de albahaca fresca.
La frescura de la albahaca le da un contraste de sabor que complementa perfectamente los ingredientes picantes.
Resumen rápido de preparación
- Prepara la masa entre 24 y 72 horas antes
- Combina los ingredientes para la masa
- Amasa hasta formar una bola
- Espolvorea harina sobre la superficie de trabajo
- Amasa por 3 minutos
- Deja reposar la masa 10 minutos
- Repite el amasado y el reposo 2 veces más
- Engrasa un bol y deja reposar la masa de 24 a 72 horas
- Reserva en el refrigerador cubierto con un paño
- Saca del refrigerador entre 2 y 3 horas antes de usar
- Precalienta el horno a 250 ºC
- Divide la masa en 4 porciones
- Espolvorea harina sobre la superficie de trabajo
- Estira la masa en forma redonda y delgada
- Espolvorea semolina al gusto
- Cubre la base con salsa de tomate casera
- Cubre con una mezcla de quesos
- Añade pepperoni, chorizo picante o salami
- Trocea las guindillas y colócalas sobre la pizza
- Hornea a 250 ºC durante 20-25 minutos
- Retira del horno y decora con albahaca fresca