El ossobuco es una carne de ternera muy fácil de preparar, aunque requiere algo de paciencia: básicamente es un corte de la caña, solo que se presenta de manera diferente. Si no encuentras el corte en el supermercado, puedes solicitarlo a tu carnicero de confianza. Para el sofrito, puedes optar por algo sencillo -solo cebolla, como en esta preparación- o más completo al estilo italiano, añadiendo apio y zanahoria. Creo que el sabor así es suficientemente rico.
Lo que distingue al ossobuco a la milanesa es la gremolata añadida al final: una mezcla de ajo, perejil y ralladura de limón que aporta frescura y ligereza al plato. Tradicionalmente, se sirve con risotto a la milanesa (hecho con tuétano y azafrán) o polenta, aunque también queda estupendo con buen pan.
Detalles de la receta
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 1 hora y 30 minutos
Tiempo total: 1 hora y 50 minutos
Raciones: 2
Categoría: Plato principal
Tipo de cocina: Italiana
Calorías: 550 kcal por ración
Ingredientes para el ossobuco para 2 personas
- 2 ossobucos de aproximadamente 350 g cada uno
- 1 cebolla media
- 30 g de mantequilla
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 50 ml de vino blanco seco
- 100 ml de caldo de carne (tener un poco más por si es necesario)
- 2 cucharadas de tomate triturado o passata
- 1 diente de ajo pequeño
- La ralladura de un cuarto de limón
- Unas hojas de perejil
- Harina
- Sal
- Pimienta negra
Preparación del ossobuco a la milanesa
Comienza limpiando los ossobucos: realiza incisiones en la membrana que los rodea para que no se deformen durante la cocción. No es necesario retirarla por completo, basta con hacer unos cortes. Este paso también se puede realizar con tijeras.
Pica la cebolla muy finamente y sofríela a fuego bajo con la mantequilla y el aceite. El aceite evitará que la mantequilla se queme (también puedes usar mantequilla clarificada como alternativa).
Retira la cebolla, intentando dejar la mayor cantidad posible de mantequilla/aceite en la sartén. Pasa los ossobucos por harina y dóralos por ambos lados en la misma sartén.
Vuelve a añadir la cebolla a la sartén y vierte el vino blanco. Cuando el alcohol se haya evaporado, agrega el tomate y el caldo caliente. Tapa la sartén y baja el fuego al mínimo. Cocina durante al menos una hora o hasta que la carne esté muy tierna y se empiece a separar del hueso. Revisa ocasionalmente para asegurarte de que el guiso no se esté secando demasiado -si es necesario, añade más caldo o agua caliente- y da vuelta a los ossobucos un par de veces.
Consejos adicionales
Una vez que la carne esté lista, prepara la gremolata: pica muy finamente el ajo, el perejil y la ralladura de limón.
Añade la gremolata al ossobuco, mézclalo bien y cocina por un par de minutos más. Sirve caliente acompañado de risotto, puré de papas o polenta.
Resumen rápido de pasos
- Haz cortes en la membrana que rodea los ossobucos
- Pica y sofríe la cebolla
- Reserva la cebolla, enharina los ossobucos y dóralos en la sartén
- Vuelve a añadir la cebolla y desglasa con vino blanco
- Agrega el tomate y el caldo caliente; tapa y cocina a fuego muy bajo durante al menos una hora
- Prepara la gremolata: pica finamente la ralladura de limón junto con el ajo y el perejil
- Añade la gremolata al ossobuco, mézclalo bien y cocina unos minutos más. Sirve de inmediato