La salsa rosa, a menudo llamada salsa cóctel, es una preparación fría que tiene como base la unión de salsa de tomate y mayonesa, aunque puede adaptarse con diversos ingredientes adicionales para realzar su sabor. Se cree que su origen es británico, aunque hay múltiples variantes en diferentes culturas culinarias. Lo esencial es aprender a disfrutar de esta salsa fácil de hacer y con un sabor inigualable.
El nombre de la salsa rosa proviene de uno de los platos más icónicos que la usan: el cóctel de camarones, uno de los aperitivos fríos más clásicos en la gastronomía. No obstante, las posibilidades de esta salsa van mucho más allá: en ensaladas junto con vegetales y carnes blancas, en terrinas de pescado y marisco, como relleno de empanadas y quiches, para acompañar una variedad de carnes, y en platos de pasta influidos por la cocina sudamericana.
Puedes probar con empanadas y quiches
En empanadas y tartas saladas, la salsa rosa puede ofrecer un toque especial al unirla con ingredientes como pollo, atún o champiñones. Estas combinaciones crearán rellenos sabrosos que sorprenderán a tus invitados.
Además, se puede experimentar con distintos tipos de masas y horneados para obtener texturas únicas. Incorporar hierbas frescas y especias a la mezcla puede potenciar aún más el sabor de estos platos.
El cóctel de camarones: un clásico imperdible
El cóctel de camarones es quizás la más reconocida aplicación de la salsa rosa. Este plato combina camarones cocidos con una salsa cremosa que resalta su sabor marino.
Para darle un giro moderno, se pueden añadir ingredientes como aguacate, mango o pepino, que aportan frescura y un contraste delicioso. Servido en copas individuales, este cóctel es perfecto para iniciar una comida especial.
Descubre con nosotros las exquisiteces de la cocina internacional que pueden ser realzadas con salsa rosa. Te invitamos a que te aventures a probar diferentes ingredientes y a disfrutar de una salsa que, aunque es sencilla de realizar, está repleta de sabor. ¡Disfruta tu comida!