Deliciosas croquetas de setas con un interior suave y exterior crujiente

Deliciosas croquetas de setas con un interior suave y exterior crujiente

Las croquetas son uno de los aperitivos más apreciados por muchos. Para que sean ideales, deben tener una textura crocante pero con un rebozado fino, ser cremosas y, sobre todo, tener un sabor intenso. Al preparar croquetas de boletus, podemos optar por boletus frescos en temporada para hacer un salteado delicioso con cebollita. Si no es temporada, los boletus deshidratados o en polvo serán igualmente útiles.

Un elemento clave para lograr la croqueta perfecta es el equilibrio entre la cremosidad interna y la textura exterior. Optar por boletus frescos siempre que sea posible aporta una riqueza de sabor adicional, mientras que los boletus deshidratados o en forma de harina son una excelente alternativa fuera de temporada.

Información de la receta

Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 30 minutos
Tiempo total: 24 horas y 45 minutos
Raciones: 6 (30 unidades)
Categoría: entrante
Tipo de cocina: española
Calorías: 70 kcal por unidad

Ingredientes de las croquetas de boletus para 6 personas

750 ml de leche
160 g de harina
½ cebolla
120 g de mantequilla
30 g de aceite de oliva virgen extra
Nuez moscada rallada
20 g de boletus deshidratados
Sal

Para rebozar las croquetas:

Huevos
Pan rallado
Harina
Aceite de oliva 0,4 para freír

Preparación de las croquetas de boletus

Primero, rehidratamos los boletus en un recipiente con agua tibia, usando aproximadamente 20 g, que equivalen a unos 200 g de boletus frescos.

Una vez hidratados, picamos finamente los boletus. Hacemos lo mismo con la cebolla. En una sartén, pochamos la cebolla picada junto con los boletus.

Cuando la cebolla esté casi transparente, añadimos el líquido de rehidratación de los boletus y dejamos reducir para concentrar el sabor. Agregamos una pizca de sal y dejamos reposar.

En otra sartén, calentamos a fuego medio el aceite de oliva virgen extra y la mantequilla. Añadimos la cebolla restante y, cuando esté transparente, incorporamos la harina para hacer el roux.

Dejamos cocinar la harina durante unos 5 minutos. Luego, añadimos la leche y una cucharada de los boletus pochados, junto con un poco de nuez moscada rallada y sal. Si lo hacemos en una olla, trituramos con una batidora y dejamos cocer a fuego medio, removiendo continuamente hasta que espese.

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Retiramos del fuego y agregamos los demás boletus pochados. Mezclamos bien con una espátula y transferimos la masa a una bandeja de horno.

Extendemos bien la masa, cubriéndola con film plástico para evitar que forme costra, y dejamos enfriar antes de refrigerarla por 24 horas.

Al día siguiente, colocamos la masa en una manga pastelera y formamos las croquetas, haciendo un cilindro largo sobre harina.

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Cortamos la masa en porciones y formamos las croquetas redondas.

Enharinamos las croquetas, las sumergimos en huevo batido y finalmente las cubrimos con pan rallado. Reservamos y freímos en abundante aceite a temperatura media (para evitar que se abran) hasta que estén doradas y crujientes.

Servimos las croquetas inmediatamente, aún calientes. Podemos acompañarlas con una ensalada para un plato principal atractivo, o disfrutarlas como aperitivo acompañando otras delicatessen.

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Resumen fácil de preparación

Rehidratar los boletus en un bol con agua tibia
Picar los boletus y un cuarto de cebolla y pochar. Añadir parte del agua de los boletus para dar más sabor y dejar evaporar
Hacer la bechamel y añadir parte de los boletus para que tome sabor
Cuando la bechamel haya espesado añadir los boletus y cebolla pochada restantes
Reposar la masa 24 horas en la nevera, cubierta con film para evitar costra
Con la ayuda de una manga pastelera, formar un cilindro sobre harina, enharinar y bolear las croquetas
Pasar por huevo y pan rallado y freír a temperatura media para evitar que se abran
Servir calientes, recién hechas

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